La moneda israelí se fortaleció mientras los operadores evaluaban los esfuerzos de los líderes mundiales para evitar una guerra más amplia en el Medio Oriente después del ataque directo de Irán.
El lunes 15 de abril, el tipo de cambio del shekel aumentó un 0,7% a 3,7275 por dólar antes de recortar sus ganancias a un alza del 0,3%.
«Los mercados globales mostraron una reacción contenida ante la escalada de tensiones en el Medio Oriente, ya que los operadores esperaban ver cómo se desarrollaban los acontecimientos después del ataque sin precedentes de Irán contra Israel el fin de semana pasado», se lee en el informe.
Irán declaró que «el asunto se puede considerar resuelto», y se informó que el presidente estadounidense, Joe Biden, le dijo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que Estados Unidos no respaldaría una contraofensiva israelí.
«Es poco probable que el ataque de Irán conduzca a una mayor escalada, aunque los riesgos a mediano plazo hayan aumentado», escribieron los analistas de Citigroup Inc.
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El shekel israelí se movió al alza después del ataque iraní, lo que refleja la confianza de los mercados en la capacidad de Israel para defenderse y evitar una escalada mayor. Mientras que la volatilidad podría persistir en el corto plazo, los analistas esperan que la situación se estabilice a menos que ocurran nuevos incidentes importantes.
A pesar de las tensiones geopolíticas, los mercados financieros mundiales han mostrado una notable resiliencia. Esto se debe en parte a la esperanza de que la diplomacia pueda prevalecer y a la determinación de evitar un conflicto armado de gran escala en la región. No obstante, los inversores seguirán monitoreando de cerca los desarrollos.
Más allá de los eventos en el Medio Oriente, los operadores también están atentos a otros factores que podrían afectar el shekel, como las decisiones de política monetaria del Banco de Israel y los datos económicos clave. La inflación, el crecimiento y los desequilibrios comerciales serán aspectos clave a considerar.
En el frente político interno, las prolongadas protestas contra la reforma judicial propuesta por el gobierno de Netanyahu también han generado cierta incertidumbre. Si bien hasta ahora han tenido un impacto limitado en los mercados financieros, una mayor inestabilidad podría eventualmente afectar la confianza de los inversores.
A largo plazo, los analistas creen que el shekel seguirá siendo una moneda relativamente fuerte y estable, respaldada por la sólida economía israelí y su estrecha relación con socios comerciales clave como Estados Unidos y la Unión Europea. Sin embargo, los riesgos geopolíticos regionales persistirán como un factor a monitorear.
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