
El Congreso de la República ordenó la reubicación urgente del personal del tercer piso del Palacio Legislativo tras informes que advierten sobre una sobrecarga estructural y un inminente peligro. La medida fue anunciada por la Mesa Directiva.
Según el comunicado oficial, la reubicación busca proteger a trabajadores, parlamentarios y visitantes, así como preservar el valor patrimonial del edificio, que supera los cien años. La falta de mantenimiento preventivo y correctivo pone en riesgo la operatividad del Congreso y evidencia una gestión negligente de la infraestructura estatal más simbólica del país.
Situación crítica
Entidades como la UNI, el IGP y la Municipalidad de Lima determinaron que el tercer piso presenta una «situación crítica de riesgo e inseguridad». Entre los incidentes figuran filtraciones severas, caída de molduras y desprendimientos del techo, signos inequívocos del deterioro progresivo del inmueble, que hasta ahora ha sido ignorado por las autoridades.
La Mesa Directiva anunció que también se evaluarán los pisos inferiores del Palacio Legislativo para determinar si deben ser desocupados. Este episodio revela la ausencia de una política sostenida de conservación del edificio, cuya precariedad representa un riesgo no solo para su gente, sino para la continuidad institucional del Parlamento.