
Machu Picchu, joya arqueológica del Perú y destino turístico mundial, enfrenta un serio riesgo de deterioro por la afluencia desmedida de visitantes. Según un reciente informe de la Contraloría General, entre abril y mayo de 2025 se excedieron de forma sistemática los límites diarios de ingreso establecidos para preservar este santuario histórico.
El reporte, enviado al Ministerio de Cultura, revela que en la terraza superior de la ciudadela inca se registró una afluencia diaria de hasta 789 personas, superando el límite oficial de 450 en temporada baja y 490 en alta. Estos datos evidencian una gestión deficiente del control de accesos, lo que compromete tanto la integridad física del monumento como la sostenibilidad de su entorno natural.
Además, la Red de Caminos Inca, particularmente la Ruta 5, también ha sido afectada por una sobrecarga de visitantes. En algunos días de mayo, la cifra superó los 600 ingresos diarios, cuando el aforo permitido es de solo 250 personas. Este exceso genera un impacto físico acumulativo sobre los senderos, con compactación del terreno, desgaste de escalinatas y riesgo de erosión en zonas vulnerables.
La Contraloría advierte que de continuar esta tendencia, Machu Picchu podría ser incluida en la lista de patrimonio mundial en peligro de la UNESCO. Ya en 2024, durante una sesión del comité del organismo internacional, se manifestó preocupación por el alto número de visitantes. El llamado de atención actual exige una respuesta urgente del gobierno peruano para proteger este tesoro cultural antes de que sea demasiado tarde.