
Trujillo, en la región La Libertad, continúan enfrentando una crisis de inseguridad que no ha sido contenida pese a la adquisición de una gran cantidad de patrulleros y otros esfuerzos previos. En respuesta a la creciente demanda de la población por medidas más eficaces, el gobernador regional de La Libertad y presidente del Consejo de Estado Regional (CER), César Acuña, anunció la creación de la Guardia Regional, conformada por 300 reservistas licenciados del Ejército.
Esta iniciativa será formalizada mediante una ordenanza regional, la cual será debatida y aprobada en el Consejo Regional de La Libertad. La Guardia Regional trabajará en coordinación con la Policía Nacional y el Ejército para fortalecer la lucha contra la delincuencia, la extorsión y las bandas criminales.
¿Un refuerzo efectivo o una medida paliativa?
Acuña enfatizó que la falta de recursos humanos es una de las principales debilidades en la lucha contra el crimen y que este nuevo contingente de reservistas podría desempeñar un papel crucial en la reducción y prevención del delito. No obstante, sectores de la sociedad civil y expertos en seguridad han cuestionado si esta medida realmente contribuirá a la disminución de la criminalidad o si solo será un paliativo ante la falta de una estrategia integral.
El antecedente de la creación de la Seguridad Ciudadana en Trujillo, durante la gestión municipal de Acuña, es citado como un modelo exitoso. Sin embargo, en un contexto donde la delincuencia ha evolucionado y las organizaciones criminales han sofisticado sus métodos, surge la interrogante de si esta nueva Policía Regional tendrá el respaldo institucional, logístico y legal necesario para hacer una diferencia significativa.
Reforzamiento con nuevos efectivos
Además de la creación de la Guardia Regional, Acuña reveló que el Ministerio del Interior está preparando a 1,500 licenciados del Ejército para funciones de choferes en la Policía Nacional, de los cuales 500 serán destacados a Trujillo. Este nuevo personal podría contribuir a mejorar la respuesta operativa en las comisarías, donde actualmente el número de efectivos es insuficiente para hacer frente a la ola criminal.
Asimismo, se anunció que en una semana quedará formalizada la base permanente de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (DINOES) en la región, con 150 agentes especiales que realizan operativos diarios en zonas de alto riesgo. Este esfuerzo podría consolidar una mayor presencia policial en las calles y mejorar la capacidad de respuesta ante el crimen organizado.
Las cifras del delito
De acuerdo con el reporte trimestral de la Policía Nacional, los indicadores delictivos muestran una reducción en comparación con el mismo periodo del año pasado. Entre los principales datos se destacan:
Homicidios: 70 casos (-20.5%)
Secuestros: 3 casos (-25.0%)
Violación sexual: 91 casos (-9.9%)
Hurto: 1,673 casos (-15.5%)
Robo: 876 casos (-30.6%)
Extorsión: 934 casos (-7.6%)
Robo de vehículos: 303 casos (-52.7%)
Violencia familiar: 2,064 casos (-10.5%)
Detonaciones: 132 casos (-6.4%)
A pesar de estas cifras alentadoras, la percepción ciudadana sigue siendo de desconfianza y temor ante la criminalidad. Diversos sectores insisten en la necesidad de una estrategia de seguridad más efectiva y sostenible, que incluya la articulación del Ministerio Público y el Poder Judicial para garantizar que las acciones policiales se traduzcan en sanciones efectivas contra los delincuentes.
La creación de la Guardia Regional y el refuerzo policial son medidas que generan expectativas, pero la clave estará en su correcta implementación y en la voluntad política de fortalecer el sistema de justicia. Sin una estrategia integral, cualquier esfuerzo podría quedar solo en un paliativo temporal en la lucha contra el crimen.