La Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) registró 352 ataques contra periodistas y medios de comunicación durante el 2023, la cifra más alta en lo que va del siglo. Trujillo destaca como la segunda ciudad con más agresiones, registrando 19 casos.
De esta manera, Lima mantiene su récord histórico liderando el registro, esta vez con 208 ataques. Sin embargo, lo alarmante es que Trujillo aparece como la segunda ciudad con más agresiones. Le siguen Tacna con 11 y San Román con 10 casos.
Según el registro, año por año aumentan las agresiones contra los hombres y mujeres de prensa. En el 2022 se reportaron 303 casos a nivel nacional, en el 2020 se contaron 239 casos y el 2007 tuvo 212 agresiones.
Enero del 2023, con 102 casos, fue el mes más violento debido a la movilización social. Entre los ataques más graves están el impacto de perdigón contra el fotoperiodista Aldair Mejía y la detención de cuatro periodistas en San Marcos.
Julio registró 36 casos a nivel nacional y diciembre 34, muchos de ellos en Trujillo. La amenaza y hostigamiento lideran con 138 casos a nivel nacional. Le siguen la agresión física y verbal con 127. Las trabas a la información ocupan el tercer lugar con 25 casos.
También hubo discursos estigmatizantes, como el del alcalde de Trujillo, Arturo Fernández, emitidos a lo largo de todo el 2023, intimidación judicial, detenciones, afectación laboral, robo, amenazas legislativas, tentativas de homicidio y ciberacoso. Destacan las 6 amenazas legislativas, como la insistencia en leyes mordaza y la penalización de difusión de investigaciones fiscales.
Los civiles fueron los principales agresores con 136 casos, seguidos por fuerzas del orden con 106 y funcionarios con 73.
Por tipo de medio, la prensa digital encabeza con 162 ataques, seguida por televisión con 93, radio con 56 y prensa escrita con 41 casos. Por género, 206 agresiones fueron contra hombres, 83 contra mujeres.
El organismo gremial exige al Estado combatir la impunidad en los ataques contra la prensa, así como implementar mecanismos de protección ante el incremento de las agresiones.
Asimismo, la ANP hace un llamado a las autoridades y a la ciudadanía en general a respetar el trabajo de los periodistas, cuya labor es fundamental para la vigencia de la democracia.
La vulneración de la libertad de prensa debilita la institucionalidad democrática de un país. Por ello, es imperativo garantizar que los periodistas puedan informar sin presiones ni represalias.
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