Alcalde, regidores y funcionarios coordinan asistencia a reunión durante sesión de concejo.
14 de octubre de 2021
Una burla a las medidas sanitarias se habría producido en la última sesión de concejo en Trujillo cuando el Secretario General de la entidad provincial interrumpió el normal desarrollo de la reunión para «recordar» que mediante el grupo de WhatsApp en el que se encuentran los regidores, alcalde y secretario general de la comuna trujillana se hizo extensiva la invitación a una reunión programada para ayer miércoles 13 de octubre a las 8 de la noche.
Este suceso tuvo lugar con total normalidad entre los asistentes a la sesión municipal como si el riesgo de contagio fuese nulo. Olvidaron —al parecer— que entre los propios funcionarios, servidores y fiscalizadores de la función municipal hay personas que conocen ya los estragos de la covid, otras con comorbilidades que pueden desencadenar en un internamiento severo y algunos adultos mayores que pueden sucumbir no solo ante el virus sino también frente a la exposición propia de un centro médico y todas las bacterias que pululan en estos recintos.
Nada les importó que solo en los primeros tres meses del estado de emergencia, 38 trabajadores municipales hayan sido víctimas del nuevo Coronavirus. Tampoco tener que destinar fondos municipales para la adquisición de dos plantas de oxígeno que de poco sirven si las mismas autoridades van contra las normas establecidas. Mucho menos tener 43 casos de la variante delta en Trujillo.
Ruíz Vega, máxima autoridad de la provincia, ha sido partícipe de varios eventos que no guardan relación con la realidad sanitaria que vivimos. A esto se le suma el aval silencioso a una reunión social pese al riesgo latente de una tercera ola de contagios de la Covid-19.