La Libertad -la gerencia regional de Salud exactamente-, se enorgullece de los destacados logros que se han ido alcanzando respecto a la vacunación contra la covid-19 en la región. Las cifras y récords alcanzados son consecuencia de un conjunto de decisiones y acciones que se sostienen fundamentalmente en la inagotable labor de ese voluntarioso ejército que es el personal de Salud. Un trabajo que excede las horas de vacunación y que acudimos a conocer y reconocer…
21 de setiembre de 2021
Es la madrugada del sábado 11 de septiembre, el Perú aún no sabe que en unas horas Abimael Guzmán dejará de existir. Hace solo unos minutos más de 300 covidiotas han sido intervenidos por incumplir las medidas sanitarias exponiendo a sus familiares al peligro de contraer la covid-19.
Hasta esa fecha se contaban 13 casos positivos de la variante Delta en la región, todos ellos monitoreados por los especialistas de la Gerencia Regional de Salud. El panorama evidencia que es fundamental recibir la vacuna contra esta enfermedad, independientemente de la que se trate.
Nosotros vamos —junto a un equipo de inmunología de la Gerencia Regional de Salud de La Libertad— a conocer el trabajo previo a la vacunatón de ese fin de semana. Buscamos ver la labor que se relega a las sombras, ese trabajo que queda lejos de la mirada y valoración de los miles que acudirán más tarde buscando ese pinchazo de vida en el hombro.
Faltan algunas horas para que la gran vacunatón, de 36 horas continuas, tenga inicio en La Libertad. Pese al ya anunciado horario escalonado, algunas personas hacen colas fuera de los locales de vacunación. Las licenciadas en enfermería, responsables de cada espacio de vacunación, se dirigen al almacén regional de vacunas al promediar las cinco de la madrugada para recoger la cantidad necesaria que será distribuida en todos los puntos de su jurisdicción dónde se aplicará la protección frente a la covid-19.
Luego de la desinfección correspondiente, podemos ingresar a los contenedores en los que se guardan los frascos que llevan el líquido que trae, a su vez, la protección ante la covid-19.
La cadena de frío hace, realmente, honor al nombre con el que se le conoce. Los frascos salvadores se encuentran dentro de recipientes que —junto a unos termos de frío— tienen como única función mantener las bajas temperaturas necesarias para el transporte de vacunas sin que estas pierdan su efectividad.
Al salir de local con las vacunas, jeringas, stickers y demás implementos propios del proceso el reloj marca las 6:30 de la mañana, las colas son ahora más amplias, crecen los aspirantes a vacuna, la impaciencia, y también el tránsito de especialistas de la salud que se hallan habilitando cada módulo de vacunación en los distintos locales.
El personal de salud traslada sus equipos ayudados únicamente por un vehículo manual. En la imagen se aprecia el desplazamiento de jeringas luego de haber sido contabilizadas y lacradas.
Esta primera vacunatón, marcada por sacrificio y jornadas madrugadoras, también ofrece espacio para un respiro emotivo, como el que permitió ofrecer a un joven, a manera de regalo de cumpleaños, precisamente la aplicación de su vacuna, desde luego acompañado del canto tradicional de parte de todos los asistentes, del personal de salud, y de la misma titular del sector.
Justamente Kerstyn Morote, gerente regional de Salud de La Libertad, amplía detalles de lo existente detrás de cada jornada de vacunación, incluso del proceso posterior a cada campaña de inoculación.
La novedad en el referido proceso fue la vacunación continua durante día y medio. Es en la noche donde el trabajo parece intensificarse y complicarse a consecuencia del frío. En este espacio temporal es que nos adentramos en dos locales asignados en la maratónica jornada.
Primero estuvimos en la institución educativa San Juan, centro que mostraba poca afluencia de público, pero con la incólume presencia y disposición de los brigadistas asignados…
El otro local a visitar fue el Centro de Estudios Preuniversitarios de la Universidad Nacional de Trujillo (CEPUNT)/Colegio Rafael Narváez Cadenillas. En este recinto, solo a minutos de iniciado el domingo 12, había un número mayor de pacientes dispuestos a recibir la vacuna que los haga enfrentar, eventualmente, con éxito el virus. Las colas en la vía pública son casi inexistentes y la espera se hace más ordenada.
Lo que no cesa es el trabajo valorable de cada profesional de salud comprometido en la causa, que va desde guiar al paciente, tomarle su datos, orientar en el llenado del consentimiento, inyección de la protección y finaliza con la observación de los vacunados, durante su tiempo de reposo, para responder ante cualquier efecto secundario que requiera su atención.
El recojo de vacunas es una actividad constante en cada jornada vacunatoria. En el día los viajes hacia el almacén y a cada centro de distribución pueden repetirse de acuerdo a la necesidad de más insumos.
Esa madrugada de domingo de vacunatón fue Glide Lozano, jefa del Área de Inmunizaciones de la Gerencia Regional de Salud, quien se apersonó hasta el local de acopio sanitario para verificar la distribución y abastecimiento suficiente para atender la segunda fecha de la campaña de vacunación regional.
Lozano Luna explica que hay un frigorífico destinado exclusivamente a vacunas contra el SarsCov2 para evitar confusiones de cualquier tipo.
Resultados
Apenas concluida, el Gobernador Regional informa que 70 mil dosis han sido las colocadas durante las 36 horas de desarrollo de la segunda vacunatón.
Es, justamente, esa misma cantidad de dosis la que llegaron a Trujillo en la víspera del sábado.
La última semana ha sido igual de reto y exigencia para los trabajadores del sector Salud involucrados en el proceso de vacunación, considerando la ampliación inmediata que se ha tenido para vacunar a todo mayor de 18 años.
Su vocación y disposición estuvieron y continuarán a disposición de la salud de todos, esperando ese único respaldo necesario de muestra parte: acudir a vacunarnos.