Rompió su silencio y se lavó las manos. César Acuña Peralta, líder de Alianza para el Progreso (APP), se refirió al reciente escándalo en el que está su partido político donde figuraba como militante Juan Santos Romero, el terrorista sentenciado que recientemente fue capturado en Trujillo por adoctrinar a niños con el «pensamiento Gonzalo» y que además purgó prisión por el asesinato de 5 personas con una facción senderista.
Acuña Peralta, actual gobernador regional de La Libertad, expresó su sorpresa ante la noticia y aclaró que no tenía conocimiento de la militancia de Santos en APP. Afirmó que el partido cuenta con una gran cantidad de militantes, y sería ilógico inscribir a un terrorista. El líder de APP alegó que se enteró de la situación a través de los medios de comunicación.
«Yo me he informado por medio de El Comercio, Perú 21, en primera plana. Yo no tenía conocimiento que era militante de APP. Recuerda que son 300 mil militantes y no sabemos quién se inscribe al partido. Jamás íbamos a inscribir a un terrorista, sería ilógico», declaró César Acuña.
Acuña no reconoció ninguna culpa, ni propia ni de su partido, y señaló que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) es la instancia final encargada de verificar la idoneidad de los militantes de los partidos políticos antes de su inscripción. En este sentido, sostuvo que el JNE debería asumir una mayor responsabilidad en el proceso de registro y filtrar adecuadamente a los futuros militantes para evitar la inclusión de personas con antecedentes como los de Juan Santos Romero.
«El registro final no es el partido, el registro final de los militantes es el JNE. Entonces, antes de inscribir a un militante, en el JNE que es la instancia final, el que debe preocuparse es el JNE», manifestó el líder de APP.
«YO NO HE SIDO JEFE DE PERSONAL»
En cuanto a la revelación de que Juan Santos Romero trabajó como agente de seguridad ciudadana en la gestión de César Acuña como alcalde de Trujillo, el líder de APP se desligó de la contratación de personal en esa posición. Afirmó: «Yo no he sido jefe de personal», para luego soltarse a reír.
La noticia ha generado controversia y plantea interrogantes sobre la necesidad de una revisión y fortalecimiento de los procesos de selección y registro de militantes en los partidos políticos, así como sobre la responsabilidad compartida entre los partidos y las instituciones encargadas de supervisar este proceso, como el Jurado Nacional de Elecciones.
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