«Hay un riesgo en criminalizar la migración y discriminar a personas en extrema vulnerabilidad»

La Superintendencia Nacional de Migraciones, entre enero de 2016 y diciembre de 2022, reportó que 1.593.429 venezolanos habrían ingresado por los controles migratorios al país. De esos extranjeros, 748.781 permanecen en el Perú, sin embargo, según cifras no oficiales, se estiman que hay aproximadamente 1,2 millones de estos ciudadanos en Perú.

En los últimos 23 días, se ha vivido una situación de crisis migratoria en la frontera entre Perú y Chile. Esto, debido al endurecimiento de las normas migratorias en ese país. Esto obligó a que ciudadanos venezolanos, colombianos y haitianos quisieran ingresar a nuestro país para seguir camino hacia sus países de origen. Y al ser impedidos de hacerlo, por no contar con la documentación correspondiente, quedaron varados en el desierto.

Los hechos de violencia criminal que ocurren a diario en nuestro país y en los que participan extranjeros están creando una animadversión en contra de estos migrantes. Sin embargo, se les ve también trabajando arduamente para lograr su sustento en Perú. Y así, enviar dinero a sus familias, que viven en extrema necesidad.

Para hablar de la crisis migratoria en Perú y Chile, la Red de Medios Regionales del Perú conversó con Iris Jave, Comunicadora y politóloga. Responsable de la línea Memoria, democracia y postconflicto del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEHPUCP). Y también, con Analí Briceño, Coordinadora Nacional de Encuentros Servicio Jesuita a Migrantes quienes dieron otra visión a esta movilización de personas.

Iris Jave: la gente migra por situaciones diversas

Para Iris Jave, la llamada crisis migratoria nos permite pensar en los procesos de movilidad humana en América Latina y otros países. La gente migra por la crisis económica, proyectos personales y hasta por el cambio climático.

“En lugar de ver a las personas que migran como a un otro, un enemigo, un extraño, se debe mirar la migración como un fenómeno que desemboca en procesos de integración que aporta a nuestras sociedades y a nuestros países”.

En este momento se ha enfocado el problema por un lado securitista, mirando el uso de las fuerzas del orden y cómo detener a las personas que quieran transitar de un lado a otro y es importante ver cómo los estados se sitúan frente a las personas que están transitando.

Asimismo, hay que “reenfocar la manera cómo se informa” porque se han construido narrativas que están estigmatizando a las personas migrantes vinculándolas solamente al crimen, como si todas fueran criminales.

“El rol de los medios es fundamental porque construyen narrativas y usan un lenguaje de texto y visual que debe recoger, por ejemplo, los aportes que trae la población migrante venezolana al país”.

No olvidarse que los peruanos migraron a Venezuela en los años 80, cuando estaba en una situación económica mejor y que en el Perú hemos tenido una migración interna también, en los años 80 y 90, y se ha estigmatizado a las personas que huían del periodo de violencia, del conflicto armado interno. 

Analí Briceño: emergencia se produjo por la no comunicación adecuada entre representantes diplomáticos

Analí Briceño, quien estuvo en la frontera, dijo que hay un número considerable de personas que están en una situación de inseguridad y de emergencia, producto de la no comunicación adecuada entre los representantes diplomáticos y por las políticas de control migratorio que Chile y Perú han decidido acoger en estas semanas.

“Hay entre 200 y 350 personas que esperan por una alternativa para continuar su tránsito migratorio hacia sus países como Venezuela y Colombia y más hacia el norte. Hay mujeres, niños, bebés. Y el estado peruano tiene que, dentro de sus normativas e instrumentos internacionales, acoger a quienes están en desprotección y movilidad”.

Briceño refirió que el Tribunal Constitucional el año pasado dictó una sentencia y dio indicaciones al Estado de cómo proceder, de encontrarse en este tipo de complejidad y resguardo de necesidades básicas.

No generalizar significa no criminalizar la migración, observarlo más bien desde un punto de vista analítico riguroso. Las investigaciones han demostrado hay un alto riesgo de criminalizar y discriminar. Ahora, hay mucho sensacionalismo en el caso de la crisis en la frontera. Pero debe tenerse en cuenta que hay niños que no tienen alimentación suficiente. Las autoridades no han brindado respuestas rápidas a esta situación, y hay ciudadanos de varias nacionalidades

La migración también conlleva un problema de género. Hay reportes alarmantes de víctimas de trata de personas, que ocurre con las migrantes. La cosificación y la hiper-sexualización, la red de trata de personas. Son problemas que no se deben desdeñar, dijo.

Vea la entrevista completa aquí:

https://youtube.com/live/eLogj5dhJNw

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